La presencia de dolor físico nos trae al aquí y ahora sin remedio, a lo que es, y nos aleja de todo aquello que el ego demanda. Aceptar que esto es así, puede ser un duro proceso.
Pero, si escuchamos con atención, el dolor tiene un mensaje importante que darnos. ¿Te imaginas una vida sin dolor? ¿Cómo crees que nos mantendríamos vivos? ¿Cómo sabríamos que es aquello que quema, es venenoso o si tenemos alguna fractura? El dolor es una alarma que nos avisa de que algo no marcha bien. Es importante parar y descubrir su mensaje.
Puedes intentar conectar con él a través de la atención plena, observando con ecuanimidad lo que sucede.
¿En que zona exacta lo siento?
¿Cuál es su forma, es punzante, oprime,...?
¿Y su intensidad?
¿Es siempre igual o varía?
Y, ¿qué pasa con el dolor crónico? Está ahí, cambiante, pero con billete de vuelta. Entonces, nuestra actitud ante nuestro compañero más o menos constante de viaje es muy importante.
Estos 5 pasos pueden servirte de guía para un primer acercamiento.
Estos 5 pasos pueden servirte de guía para un primer acercamiento.
![]() |
Paso 1. La conciencia es posible: darse cuenta de las sensaciones reales en cada momento, agradables o desagradables. "Soy consciente de mis pensamientos negativos y de mis sensaciones de dolor"
|
![]() |
Paso 4. Ganar perspectiva: ampliando nuestra conciencia para convertirnos en “un recipiente más grande”. Trato con cariño mi dolor y disfruto de las sensaciones agradables" |
![]() |
Paso 5. Vivir con elección en cada momento. "Que bien ser consciente de mi dolor y poder cuidarme como lo necesito". |
(Pasos e imágenes de Respira Vida)
La práctica de la plena conciencia en el dolor, la aceptación de lo que es, con una actitud compasiva, de curiosidad, nos puede regalar instantes de gratitud y felicidad.
No quiero decir que cuando el dolor está presente, no suframos, el sufrimiento está ahí, pero poder ver lo que es sin juicios, aceptando que en ese instante el dolor está en ti y es cambiante, te permitirá sufrir menos. No hay expectativas de cómo tendrían que ser las cosas o de porqué está sucediendo.
Entonces, todo ese sufrimiento extra que surge de la frustración, de lo que el dolor limita, desaparece. Y a su vez, entramos en un círculo virtuoso donde el dolor físico y emocional se reduce, somos capaces de reencontrarnos a nosotros mismos, tratarnos con cariño y permitirnos ese espacio que necesitamos.
Entonces, todo ese sufrimiento extra que surge de la frustración, de lo que el dolor limita, desaparece. Y a su vez, entramos en un círculo virtuoso donde el dolor físico y emocional se reduce, somos capaces de reencontrarnos a nosotros mismos, tratarnos con cariño y permitirnos ese espacio que necesitamos.
«El verdadero milagro es caminar sobre la tierra».
Además está la otra parte, hacernos conscientes de lo afortunados que somos cuando el dolor se reduce o con suerte, se toma un descanso temporal. ¿Cuántas veces a lo largo del día te das cuenta de que tienes la posibilidad de levantarte cada mañana, de poder ver, oír o caminar?
El dolor hace esa labor, irremediablemente, cuando cesa o se calma, puedes volver a levantarte, a comer, a reir, a caminar tranquilamente o incluso correr, y eso ¡es un regalo!
Y si eres consciente de ello, si despiertas a tu presente, sólo puedes sentir gratitud. Y disfrutas cada paso con los ojos de un niño que camina por primera vez. Yo misma me sorprendo a veces, sonriendo y agradeciendo al dolor que me haya recordado lo afortunada que soy de poder respirar, cuando por fin puedo volver a hacerlo con libertad.
Y si eres consciente de ello, si despiertas a tu presente, sólo puedes sentir gratitud. Y disfrutas cada paso con los ojos de un niño que camina por primera vez. Yo misma me sorprendo a veces, sonriendo y agradeciendo al dolor que me haya recordado lo afortunada que soy de poder respirar, cuando por fin puedo volver a hacerlo con libertad.
Como dice Thich Nhat Hanh «el verdadero milagro es caminar sobre la tierra». Y si prestas atención, hay muchos regalos más a cada instante.
"Practicamos como la flor de loto y el barro. La flor de loto no piensa: "No quiero el barro". La flor de loto sabe que puede florecer tan bella sólo gracias al barro.
Para nosotros, ocurre lo mismo. Tenemos semillas negativas en nuestro interior, el elemento del barro, si sabemos cómo aceptarlo, nos aceptamos a nosotros mismos. La flor de loto no necesita deshacerse del barro. Sin barro, moriría.
Si no tenemos deshechos, no podemos florecer. No deberíamos juzgarnos, ni juzgar a los demás. Sólo necesitamos practicar la aceptación y así progresar sin lucha. El proceso de transformación y sanación requiere prácticas continuadas. Producimos basura cada día, y por este motivo necesitamos practicar continuamente para cuidarnos de nuestra basura y convertirla en flores."
Thich Nhat Hanh.